Una parte de ti

28 de diciembre de 2019. 2.00 AM.
Una parte de ti.

Suena el despertador. La migraña no se me ha ido todavía, que rabia me da que me pase eso. Cojo el móvil y leo alguna felicitación de cumpleaños que me saca una sonrisa y me hace levantarme de la cama. Nos cambiamos, cogemos las cosas y nos dirigimos hasta el lobby donde Paco nos espera para llevarnos hasta los guías que nos acompañarán al volcán.

Hacia las 3.15 AM Paramos en un campo base donde nos dan de desayunar unos ricos pancakes y café y Paco nos deja en mano de lo guías. Para subir al Batur, es obligatorio subir con guía (un guía por cada 5 personas máximo) y como somos 8 (Gio y Pilar no han querido venir), nos tocan 2 guías.
No está mal esto de empezar el día de tu cumpleaños haciendo trecking a un volcán, me gusta.




Hasta llegar a la cima son alrededor de 4km pero hay tanto desnivel que la ruta es alrededor de dos horas. La cima del Batur está a 1.710 metros.
Terminamos de desayunar y nos llevan hasta el punto de salida en furgonetas por unas carreteras que los paisajes que nos regalan son más propios de la isla de Hawai.

Nos equipan con linternas y nos advierten que la cima está a 7 grados por si queremos alquilar chaquetas (ni de coña, nos quieren cobrar 500.000 rupias por alquilar unos polares que dan respeto hasta de tocar).

Nos ponemos a andar, es totalmente de noche y el cielo está completamente estrellado, se nota que estamos en mitad de la naturaleza. A lo lejos vemos la cima del volcán y un rastro de lucecitas hacia abajo de las personas que están haciendo el trecking.

Ponemos en marcha todos los smartwatches y empezamos a andar con un ritmo bastante bueno. Con nosotros nos acompañan una pareja rusa y un par de Sherpas que todavía no tenemos claro si saben inglés o no, porque cualquier cosa que les digamos, sea pregunta o no, siempre responden un “Yes, yes”.

Me noto bastante acelerada, el ritmo que llevamos, desde mi punto de vista, es un poco rápido. Paramos a hacer un break y nos viene bien a todos para descansar. Cuando ya estamos ready para reanudar la marcha, nuestros Sherpas nos piden 5 minutos más (...) no nos hace gracia, porque hemos salido un poco tarde, el tiempo va corriendo y queremos llegar a la cima antes de que salga el sol.

Cuando llevamos unos 2km aproximadamente, el desnivel se marca de forma muy pronunciada y el ritmo que llevamos es muy alto, Sonia se queda atrás con uno de los Sherpas y el otro nos sigue acompañando al resto pidiéndonos, él a nosotros, que hagamos breaks. 
El día está empezando a clarear y mi respiración se entrecorta de forma muy seguida, estoy muy cansada y las piernas tienen que estar al rojo vivo con la pendiente que estamos subiendo. De tanto en tanto voy mirando atrás para poder ver la estampa que estamos dejando a nuestras espaldas y no pensar en lo muy cansada que estoy.




Pedimos que por favor se intente bajar un poco el ritmo, pero tenemos miedo de que salga el sol y no hayamos llegado a la cima, así que seguimos subiendo hasta el final. Resultado, 1 hora y 10 minutos en subir, cuando es un trecking que suele hacer en 2 horas. Normal que me sintiera como me sentía y que el Sherpa estuviera como estaba.

Sin ningún tipo de duda el sufrimiento ha merecido la pena. Nos cogemos un sitio donde poder sentarnos los 7 y empezamos a observar el amanecer. No tiene precio. El paisaje es escandalosamente espectacular. Nos quedamos haciendo fotos y desayunamos una rebanada de pan con un huevo duro.





Nos acercamos a observar el cráter del volcán desde arriba y cuando unos monos deciden amenazarnos empezamos a bajar. Nada que ver la bajada con la subida. La gente dirá que las bajadas pronunciadas son peores que las subidas, pero mira tu, yo debo ser más de bajadas porque para subir casi me da un jamacuco.



A media bajada recuperamos a Sonia y el otro Sherpa y seguimos juntos hasta abajo. 
Paco tiene que pasar a buscar a Gio y Pilar y nos reencontraremos todos en “Uma Pakel”, en los Rice Terrance de Tegallalang. Un recinto lleno de vegetación donde hay varios swings (columpios), vistas a los arrozales, cafetales y varias infinity pools para que nos refresquemos. Un sitio muy recomendable si alguien está por la zona porque es muy divertido y entretenido. Paco se lo currado llevándonos aquí, y con todo lo que nos tiene preparado para el día de hoy.



Al llegar nos ofrecen una degustación de tés y cafés mientras nos divertimos subiendo a los columpios. Tenemos durante todo el rato una chica que nos acompaña y está con nosotros. Después del trecking este break nos viene a todos genial, además hace un día soleado perfecto para terminar refrescándonos en una piscina infinity privada para nosotros de cara a la montaña. Típica estampa vacacional.






Paco nos tiene preparada la última parada del día, Tukad Cepung Waterfall. Son unas cascadas naturales que hay en medio del bosque. Antes de bajar paramos a comer en el restaurante de encima. Llevamos unas 15 horas despiertos y estamos todos realmente cansados, esta parada nos vendrá bien para parar un poco. Al terminar la comida, bajamos a ver las dos cascadas que hay, una muy grande dentro de una especie de cueva cenote, y otra más pequeña a luz abierta. Nos tomamos unas cuantas fotos, paseamos por el río, y regresamos a la furgoneta de Paco para que nos lleve de regreso al hotel.

En el camino de vuelta (1 hora y poco) nos quedamos todos KO. Al llegar nos da tiempo de descansar un poco y nos arreglamos para ir a cenar y celebrar mi cumpleaños. El look de hoy es ponernos una camisa que nos compramos todos iguales, pingüinos navideños! Jajaja 

Vamos hasta Casa Luna, tenemos preparada la mesa que escogimos ayer y ordenamos la cena. La decoración está cuidada y el sitio es muy bonito, son un poco lentos, pero la comida merece la pena.
Al terminar de cenar, empiezan a llegarme sorpresas y todavía no sé como poder estar más agradecida. Soplar verlas, regalos inesperados a distancia y emociones a flor de piel que te hace recordar que a 12.000 km has dejado una parte de ti.

Al salir del restaurante, me apetece invitarles a tomar algo para agradecerles que me acompañen en el día de hoy y lo bien que lo hemos pasado.
En Hideout se percatan de que es mi cumpleaños (llevamos unos globos de un 28 gigante, nada discreto) y me preparan otra sorpresa. Unos pancakes con velas y una especie de bebida con fuego, muy divertido todos los camareros cantando y haciendo fotos. ¡Qué gran día!



Nos vamos a dormir, no sin antes agradecer a todos los que han dedicado unos minutos en acordarse de mi, y deseando que pueda seguir celebrando muchos años más de esta manera, rodeada de las personas que me hacen ser yo misma.

#balixmas


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