Batallitas del día
27 Agosto. 7.00 am. Ella.
Batallitas del día.
Hoy toca un día movidito, como ayer por la tarde llovió vamos a intentar hacer lo que estaba planeado ayer durante esta mañana. Tampoco nos podemos entretener mucho porque tenemos que salir del hotel de Yala a las 2.30 pm para ir al Safari.
Nos despertamos y los rayos de sol entran por la ventana, buena señal, porque no las tenia todas con el tiempo después de la que cayó ayer. Las vistas desde la cama a todo el valle son preciosas, y con estos rayos de luz que amanecen todavía más.
Nos duchamos, nos vestimos y a las 8 am nos pican en la puerta y nos traen el desayuno en la habitación para desayunar en el balcón, bien pensado para aprovechar las magníficas vistas.
A las 9 am ya nos están bajando con tuk tuk al centro, habíamos quedado con Sure a esa hora.
La primera parada la hacemos en el “Nine Arch Bridge” (o también llamado “The Bridge in the Sky”) que como su nombre indica, es un puente de 9 grandes arcos construidos únicamente de piedra y cemento. Tiene una altura aproximada de 91 metros y es un viaducto por el cual pasa la vía del tren por encima. Fue diseñado por ingenieros ingleses cuando Sri Lanka era una colonia Británica.
Es probablemente uno de los iconos más fotografiados en Sri Lanka. Para bajar al puente se puede hacer a pie (aproximadamente media hora ir, y otra media para volver) o en tuk tuk (que te lleva y te trae). En un día normal evidentemente lo hubiéramos hecho a pie, pero como vamos algo justos de tiempo lo hacemos en tuk tuk, cuesta alrededor de 1000 lkr (lo que vienen a ser algo de menos de 3€). Dede donde te deja hasta el puente habrá unos 6 minutos andando.
Es probablemente uno de los iconos más fotografiados en Sri Lanka. Para bajar al puente se puede hacer a pie (aproximadamente media hora ir, y otra media para volver) o en tuk tuk (que te lleva y te trae). En un día normal evidentemente lo hubiéramos hecho a pie, pero como vamos algo justos de tiempo lo hacemos en tuk tuk, cuesta alrededor de 1000 lkr (lo que vienen a ser algo de menos de 3€). Dede donde te deja hasta el puente habrá unos 6 minutos andando.
Se nota que es sábado y que el puente es un icono en la isla, porque es en el sitio donde más gente nos hemos encontrado, hasta ahora lo hemos tenido súper bien en todos los sitios turísticos, porque no hay prácticamente nadie. Aún así, la mayoría de turistas que hay son locales o indios.
Nos hacemos algunas fotos y cogemos el tuk tuk de vuelta, tampoco invertimos demasiado tiempo.
Llegamos al coche y la próxima parada es el “Little Adam’s Peak”, un pequeño trekking a una montaña que está a una altura de 1.141 metros por encima del nivel del mar, y en cual se divisan vistas de Ella y muchas montañas verdes alrededor.
En el coche llevamos bambas y ropa para cambiarnos, la excursión no es muy larga pero tampoco queremos sudar la ropa que llevamos, porque hace sol y mucho calor.
El trekking suele ser entre 30-40 minutos pero llegamos al pico en 16 minutos. Tienen 2 picos, y en ambos se divisan vistas increíbles.
El segundo tiene un Buda en la cima y hay gente que aprovecha para rezar ahí.
En esta zona hay el “Flying Ravana”, el cual es un centro donde es posible hacer varias actividades de aventura, y a nosotros nos hacía gracia probar el “Mega Zipline” para estimular un poco la adrenalina. Es una tirolina doble (dos cables a la vez) de 550 metros de largo a una altura de 85 metros.
Así que sacamos los tickets, nos vestimos y a la aventura. Sure nos graba desde arriba todo el recorrido, lástima que se pase tan rápido porque es muy divertido. Los dos salimos a la vez desde cada uno de los cables, pero obvio Bernat llega antes por el peso.
Vamos súper bien de timming, hemos hecho las cosas más rápidas de lo que nos pensamos así que volvemos al coche y ponemos rumbo a Yala, así nos dará tiempo de descansar antes del safari.
Por en medio del camino paramos a ver una cascada “Ravana Waterfall”, la cual no es especialmente impresionante pero hace mucha gracia que esa zona está totalmente colonizada por monos muy humanos. Es fácil verles intentando robar comida a la gente (hay varios puestos) y comérsela ahí campando a sus anchas.
Llegamos al hotel de Tissamaharama, “Chaarya Resort & Spa”, situado en una zona a las puertas del Parque Nacional de Yala. El hotel está súper bien, se notan las 5*, y nos reciben con un zumito de Woodapple (justo la misma fruta que probamos en Nuwara Eliya) mientras procesan los datos para hacer el checkin.
Llegamos al hotel de Tissamaharama, “Chaarya Resort & Spa”, situado en una zona a las puertas del Parque Nacional de Yala. El hotel está súper bien, se notan las 5*, y nos reciben con un zumito de Woodapple (justo la misma fruta que probamos en Nuwara Eliya) mientras procesan los datos para hacer el checkin.
Como hemos llegado antes de lo esperado, aprovechamos para descansar y darnos un chapuzón en la piscina. Los jardines están perfectamente cuidados y la decoración es muy bonita. La piscina la tenemos sola para nosotros.
A las 2.45 pm hemos quedado con Sure y el guía experimentado del Safari para montarnos al Jeep e ir hacia Yala.
El camino hasta allí es alrededor de 1h, y a estas horas hacen un calor tremendo, menos mal que vamos bien aireados (y con pelos a lo loco) en el coche.
Sobre las 3.30 pm llegamos al parque Nacional de Yala, y empieza nuestra aventura en el Safari. El parque está situado en la parte sudeste del país y pertenece a las provincias de Sur y Uva. Es donde se encuentra una de las mayores densidades de población de elefantes y sobretodo es conocido por albergar el leopardo de Ceilán, el cual no es para nada fácil verlo.
Entramos en el parque y este Safari es distinto al otro, podría recordar más al típico safari africano que todo el mundo se imagina cuando tiene este palabra en la mente. El suelo en la mayor parte de las zonas es arenoso y el paisaje es una mezcla de sabana, combinando matorrales y arbustos con árboles grandes mas aislados entre si. En el parque también se encuentran muchas lagunas de diversos tamaños.
Es fácil encontrarse a ciervos (tipo bambi), búfalos de agua y pavos reales por doquier. Es de lo que más llegamos a ver de forma constante durante todo el safari. Los búfalos son muy graciosos porque están casi todo el rato tumbados en el agua.
También pudimos ver cocodrilos, pelícanos, cigüeñas, jabalíes salvajes, elefantes, monos negros, conejos salvajes y una multitud de aves que no sabemos catalogar. Hay que decir que las estampas paisajísticas que deja este parque, especialmente a medida que va cayendo el sol, son sencillamente espectaculares.
Hacia la mitad del safari hacemos una parada en la playa (el parque está situado en la orilla del mar) y Sure nos ofrece fruta, que por cierto está buenísima. Son casi las 5pm y es la hora donde los animales suelen ir a buscar agua, así que el conductor del jeep nos dice que vamos a intentar buscar los leopardos que a esta hora suelen estar moviéndose.
A medida que nos acercamos a la zona donde el guía piensa que puede haber leopardos, vamos viendo como varios jeep se van aproximando también, así que entendemos que ya lo suelen tener bastante controlado y que han detectado senyales de que puede haber uno cerca. Y voilà! Entre los matorrales conseguimos ver un leopardo moviéndose sigilosamente. Los jeep tiran poco a poco para adelante con el fin de seguir su recorrido y verle aparecer, pero Bernat divisa que el leopardo se ha dado la vuelta y va en dirección contraria, así que se lo digo a Sure para que se lo comente al conductor y tiremos poco a poco para atrás (mientras el resto de coches van para adelante), tiramos y tiramos y ahí está, en exclusiva solo para nosotros, un pequeño leopardo de entre 4-5 años de edad en medio de una explanada, que con las voces de “Stop, stop” de Bernat y el ajetreo de los jeeps se asusta y se va, pero prometo que ese momento es absolutamente mágico. Tiramos para adelante y de repente otro leopardo se nos cruza en el camino y se esconde entre los matorrales, pero para este no ha habido tiempo de reacción de retratarlo e inmortalizarlo.
Poco a poco vemos como se van acercando más y más jeep, y decidimos irnos, ya nos damos por satisfechos y tampoco es cuestión de causar estrés a los animales.
Vamos de vuelta y paramos en una explanada con una laguna y el sol de fondo cayendo que nos ofrece una estampa súper bonita. Oculto y cubierto de las algas de la laguna también divisamos un búfalo de agua descansando apaciblemente.
Con los últimes Rayos de Luz, nos vamos despidiendo del parque e iniciamos el camino de vuelta al hotel.
Llegamos al hotel, nos cambiamoss y bajamos a cenar. La cena es tipo buffet, y la acompañamos de una Lion Lager, como no puede ser de otra forma.
Al terminar de cenar, como mañana no toca madrugar, decidimos ir al Cozy Bar que hay enfrente de la piscina y pasamos la noche acompañados de un par de gintonics cada uno charlando de las batallitas del día. El hotel con las lucecitas de noche está precioso.
Terminamos y nos vamos a descansar a la habitación, mañana, al fin, podemos levantarnos sin alarma.
Bonito capítulo con tanta variedad, de fauna y paisajes. 👏👏👏👏MCS
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